¡Hasta siempre máster!
Roert Salazar en su último viaje a Cuenca, desde el mirador de Turi. |
Hoy asesinaron a un amigo. A un compañero de trabajo. A un tipo que por sobre todas las cosas tenía ese ímpetu de trabajar y ponerle color a los días aún cuando estén grises. Su espontaneidad, sociabilidad, camaradería y ocurrencias fueron parte intrínseca de Robert Salazar, el periodista de Diario El Universo que asesinaron este lunes 7 de noviembre, por simplemente quitarle el celular y llevársele por delante la vida.
Parece mentira que durante este feriado, Robert no haya viajado a ningún lado... Ni a Argentina, ni a las exóticas playas que él solía visitar. Dijo que había ido a Cuenca un par de días libres que tuvo pero en el feriado le tocó trabajar al igual que a mi. El viernes 4 de noviembre salimos del diario al terminar la jornada junto con Angelito Páez. El máster -como le decía a Robert por tener una maestría- me acompañó a dejarlo a la casa y luego lo pasé dejando en el camino. El no quiso que lo lleve hasta su casa para no incomodarme.
El sábado 5 había llegado temprano al diario y salí de mi casa sin desayunar. Le escribí al Che -como también lo molestaba a Robert por haber ido a realizar la mestría en Argentina- para que traiga algo de comer mientras él llegaba al diario. Fue amable y me trajo encebollado con chifles. No quiso acompañarme a la cafetería porque ya había desayunado. Le agradecí el gesto.
El domingo 6, Robert llegó primero a la redacción. Al verme llegar me dice: "Míster traje bolón, vamos a la cafetería para compartirle un poco"... Le dije que gracias que ya había desayunado, sin embargo lo acompañé. Estuvimos tertuliando en la cafetería, hablando de viajes, de negocios, bromeando y jodiendo. Patty Bajaña entró después y acolitó en la conversación ella recordó algunas anécdotas de los inicios de Robert en la redacción. Lo molestaba al puro estilo de Patty. Fue una gozadera. Luego de desayunar cada quien nos fuimos a nuestros puestos de trabajo a cumplir la jornada.
Hoy lunes 7 fue un día nefasto para todos en la redacción. Robert había sido asesinado muy cerca del diario. Venía a trabajar y un sujeto en bicicleta lo mató de un balazo. Quedamos en shock, no lo podíamos creer. Incluso abrigramos la esperanza de que siga con vida en el trayecto al hospital y se logre salvar. Pero Robert murió en el lugar de los hechos, esta vez no fue el periodista que ejercía su profesión, el Máster pasó a ser el protagonista de la noticia, fue la víctima.
Muchos en la redacción lloramos. Cómo puede ser que un tipo tan joven, con un futuro prometedor se haya ido de este mundo de la manera más vil y cobarde.
Recordaremos por siempre al amigo, al compañero, al viajero, al Che, al Máster. A ese joven carismático que nos acolitaba en todo, al que siempre ponía algún pretexto para ir a comer pizza o ir a tomar fernet.
Ahora Robert está "on the sky"... tal como lo predijo el 3 de noviembre en su cuenta de Facebook.
Que Dios te tenga en la gloria, Máster.
Que triste mi excelentisimo Héctor. La perdida de Robert es una de esas de las que a pesar de que pasen años no nos vamos a poder recuperar, porque era un buen tipo. Todos quiere un hijo como él, un hermano como él, un amigo como él, pero la vida se encargó muy amargamente de entregarnos un ángel como él.
ResponderEliminarPaz en la tumba de nuestro amigo.
Es una pena el perder un pana como Robert, y comparto contigo Hector la forma de ser de Robert un tipo con buen caracter y siempre predispuesto a brindar su ayuda Que Dios lo tenga en su Gloria, se nos adelantó.
ResponderEliminarAunque no fui su amigo y cruzamos solo saludos, siempre escuché buenas referencias de su trabajo, de sus metas alcanzadas y de su crecimiento profesional en el diario que trabajé por 11 años y en el cual, él llevaba 8.
ResponderEliminarEsta mañana cuando leí la noticia de su asesinato, me resistí a creer lo ocurrido. No dejaba de pensar cómo un joven brillante y talentoso se iba de la manera más cruel de este mundo. Envío abrazos y condolencias a sus padres, familiares, compañeros y amigos de El Universo.
Comparto tu dolor. Siempre es triste cuando muere un periodista, porque miles de historias se quedan sin contar, pero más triste es cuando muere un joven porque miles de historias se quedan sin vivir. Un abrazo grande, mi amigo.
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