Salud... ¡Felicidades compañeros!
Hemos conseguido un logro más en nuestras vidas como personas y como estudiantes. Hemos atravesado una etapa más, la Universidad. Ahora nos toca enfrentarnos con los grandes monstruos laborales, las grandes empresas, los estrictos y negreros jefes, con la competencia: nuestros propios compañeros. No hay nada más gratificante que haber conseguido un título profesional a base de esfuerzo, sacrificio y dedicación. Largas horas de estudio y trabajo en las aulas de clases, así como también en los bancos al momento de pagar las pensiones o matrículas.
Hemos derrotado nuestros miedos. Aquellos profesores considerados estrictos en su debido momento, ahora pasan a ser nuestros amigos, aquellos a quienes saludamos afectuosamente y con una amplia sonrisa, ahora hasta bromeamos con ellos. Aquellas autoridades que ponían cara de malos y que ahora comparten con nosotros nuestra alegría demostrándonos una sonrisa o unas palabras de felicitaciones. Hemos superado la barrera de los supletorios, ya esos exámenes de recuperación dejaron de existir para nosotros en el segundo año de estudio, a medida que íbamos madurando, otros tal vez, nunca conocieron ese martirio de haberse "quedado", pues su dedicación sobre pasaba los límites, otros en cambio, vivían y se esperanzaban de los supletorios.
Hemos vivido gratos momentos. Desde cuando iniciamos el preuniversitario con muchas ilusiones y con amigos que ahora ya no están con nosotros ya sea porque se retiraron, se dedicaron a trabajar o se fueron a estudiar a otra universidad. Las nuevas amistades que aquí conocimos y crecimos juntos. Cuando nos tocó a uno de los más jodidos profesores y que su materia era en cadena y nos tocaba verlo hasta tres veces seguidas, al final respiramos hondo y con alegría decíamos: ¡pasé!... Buenos momentos cuando realizábamos los trabajos en grupo, sobre todo las ediciones de reportajes, audios, o el tormentoso evento de Animación Cultural donde en algunas ocasiones puteábamos a nuestros compañeros por no poner todo el esfuerzo. Cuando hacíamos los encames o ganchos entre nuestros propios compañeros. Cuando salíamos a joder algún bar, karaoke o casa de alguno de nosotros para pasar un momento ameno. Gratos momentos cuando hacíamos alguna reunión al finalizar el semestre o al iniciarlo y siempre lo bautizábamos como: "Chupa de fin de semestre".
Hemos vivido malos momentos. Sobre todo cuando nos disgustábamos con algún compañero cuando no hacía su parte en las tutorías. Cuando los profesores nos calificaban injustamente y las autoridades ya no podían hacer nada para ayudarnos. Cuando nos quedábamos supletorios y nos tocaba estudiar el primer y segundo parcial. Cuando por alguna inmadurez nos dejábamos de saludar entre compañeros por algún mal entendido. Malos momentos cuando perdimos una amistad por la estúpida e inmadura política universitaria y sabiendo, que aquellas personas que un día fueron amigos de nosotros nos dejaron de saludar, de hablar y de frecuentar por cuestiones políticas. Malos momentos cuando los profesores o autoridades te repelaban delante de todos, pero al final, era para nuestro bien.
Hemos sabido salir adelante. Cuando nos retrasábamos en las pensiones y pagábamos con las justas. Cuando quizá nos retiramos de la U pero regresamos para terminar la carrera y enfrentar todas nuestras dificultades. Hemos salido adelante mezclando el trabajo laboral con nuestros estudios. Nos sentimos orgullosos de aquellos compañeros que trabajaron y estudiaron a la vez y que ahora están con nosotros disfrutando de este logro académico. Hemos superado la barrera de las materias de arrastre y sacrificando las vacaciones, pudimos igualarnos con nuestros demás amigos. Cuando nuestra familia estaba en otra ciudad o en España, Italia, Estados Unidos, Colombia y sentíamos ese vacío en nuestros corazones, a veces llorábamos, extrañábamos, nos deprimíamos pero siempre, siempre supimos salir adelante.
Ahora nos toca enfrentar obstáculos más grandes, responsabilidades más fuertes. Tendremos que aumentar nuestra dosis de empeño, dedicación y esfuerzo para demostrarles a todos los que nos conocen de lo que realmente podemos hacer, y de lo que en realidad somos cada uno de nosotros. Ahora tendremos competencia, nosotros mismos somos nuestra propia competencia. Profesionales jóvenes, inteligentes, con nuevas ideas que realizar. Tendremos una gustosa y sana competencia, pero siempre mantendremos la esencia de la amistad y de la humildad.
Dejaremos las aulas vacías para que nuestros demás compañeros las llenen. Dejaremos recuerdos en todas las personas que hemos conocido en nuestra Facultad y en nuestra Universidad. Ahora nos queda solamente recordar esta etapa universitaria como una de las mejores, como la más madura de todas las etapas anteriormente vividas. Nos queda mucho camino por recorrer y muchas experiencias nuevas que vivir.
Gracias a todas las personas que han sido partícipes de este logro académico. A nuestros Padres, Familiares, Amigos, Autoridades, Profesores... Y a Dios sobre todas las cosas...
Gracias, gracias de todo corazón. Felicidades compañeros y éxitos en adelante... ¡Salud!
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