Justicia por cuenta propia
El día martes 7 de septiembre leí un editorial de Diario El Universo, titulado ¿Justicia 'popular'? donde se describía el lamentable hecho de aquel sujeto que manejaba ebrio por la vía Perimetral y que mató a 16 personas, el artículo decía que "la justicia deberá aplicar mano dura sobre el culpable". En el segundo párrafo decía que no se justificaba la actitud de los moradores del sector que quisieron linchar a los vigilantes de tránsito, que no se justificaba la quema de dos vehículos, entre ellos un patrullero. Y finalmente, en el último párrafo, se dice que la justicia popular no existe y que simplemente es solo "violencia irracional" y que exige "medidas urgentes".
Entonces si no existe la justicia popular, ¿por qué se siguen escuchando y evidenciando casos de este tipo? La respuesta es evidente, simplemente porque la gente ya no confía en el órgano judicial de nuestro país, no confía en las leyes, ya no confía ni en los jueces, ni en los fiscales. La gente ya está cansada de tanto abuso, de tanta injusticia, de muchos sucesos que quedan en la impunidad. La gente ya está cansada de que los culpables de algún hecho de sangre queden libres, sin que se les ponga sanción alguna. Ya no creen en la policía, muchos piensan que ellos son cómplices de los delincuentes o que les tienen miedo.
Ante todo esto, el pueblo hace justicia por su propia cuenta, ellos creen que es la única manera de que se salden cuentas. Es una manera de expresar su inconformidad y su malestar ante tantos hechos terribles que día a día suceden en el país y que ningún órgano judicial, pueda hacer nada al respecto. No se trata de cuestionar alguna aplicación de justicia popular, se trata de cuestionar y reformar las pésimas leyes que favorecen más al culpable que al inocente.
La justicia popular es una clara señal de que las cosas andan mal en el país. Más que una señal, es un clamor, una protesta. Un clamor que grita para que las autoridades se percaten de lo que la gente puede ser capaz de hacer.
La flagelación, la incineración viva de una persona, el garrotazo, el linchamiento, el ortigazo, entre otros; son algunas maneras de hacer justicia con mano propia. Olvidémonos de los incumplidos Derechos Humanos, que en nuestro país, parecen no servir para nada, nadie los cumple, nadie los hace respetar. Los ladrones, delincuentes, violadores, asaltantes, criminales, sicarios, no andan pensando en los Derechos Humanos de sus víctimas, ni en la Constitución, ni en el Código Penal. Los criminales solo piensan en su objetivo, en sus víctimas, nada más y no se dan cuenta del grave daño que se está produciendo en la sociedad.
He ahí, la acción del populacho de aplicar duras sanciones por cuenta propia.
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