Las mejores y peores cosas del 2010

El 2010 ha sido un año de muchas satisfacciones, alegrías y éxitos en cuanto a mi vida personal. Cada vez que se termina un periodo de 365 días, a la mayoría de las personas nos sucede que nuestros sentimientos empiezan a mezclarse entre la nostalgia de dejar atrás una serie de acontecimientos y la alegría de empezar un nuevo año para descubrir nuevos episodios. De cabo a rabo empezaré a detallar mes a mes las cosas buenas y malas que han ocurrido en estos 12 meses del año que pronto terminará. Hagan su balance y verán que la balanza del optimismo y buenas cosas se inclinarán a su favor.

Iniciando el año, el 15 de este mes, cumplimos 2 años de enamorados con Stefania Loor, mi chola preciosa. Además no podré olvidarme de las campañas electorales para elegir a los representantes de la Asociación de Estudiantes de Comunicación Social. Fue una decisión que la tomé pensando bien en la camisa de 11 varas que me iría a encaminar. Pues en este mes, precisamente el viernes 22 de enero del 2010 todo el movimiento Filosofía Integración recordará este triunfo histórico al haber derrotado a un 'goliat' que durante 7 años consecutivos, lideró la asociación en la facultad de Filosofía. De esta manera se inicia una nueva era de cambio, porvenir y progreso para una Asociación que estuvo olvidada, manipulada, que solamente se preocupaban por interes personales y no por el bien común. La paliza en las urnas que dimos democráticamente y sin trampas, de 80 votos arriba a comparación del año 2009, fue sin duda el golpe más bajo que el grupo opositor haya podido recibir. ¡Adelante Integración!.


Sin embargo, una de las cosas feas fue la destrucción total de las computadores, escritorios, muebles y mala intención de parte de este grupo opositor que debido a la derrota, no aprendieron a perder y se desquitaron con los bienes muebles de los propios estudiantes. Sin duda fue un acto de vandalismo, cobardía e irrespeto hacia todo el estudiantado de la Facultad de Filosofía.

Un mes después vino la posesión de todos los Directivos de la Asociación de Estudiantes de toda la universidad, en un acto nunca antes presenciado ni dado, que se efectuó en el Aula Magna de la institución. Nos posesionamos a la vista de todos nuestros compañeros y autoridades presentes. Y la culminación con éxito de mi calendario de pasantías en mi cuarto año de universidad. No podré negar que quizá sentí tristeza, pues la nostalgia de haber terminado mi año de prácticas y saber que la hora cero empezó a contabilizarse.

Vendrían muchas cosas más. El compartir con un nuevo grupo de estudiantes de preuniversitario de invierno, que ahora muchos de ellos, se han sumado a este proceso de cambio y progreso en la facultad. La satisfacción de saber que gente valiosa, responsable y comprometida se sigue sumando a nuestro plan de desarrollo, nos motiva y fortalece aún más. ¡Gracias muchachos!. También la bonita experiencia que viví nuevamente para la semana santa en las misiones que realicé en Quisapincha, mi primer lugar de misión y nuevamente volver al lugar donde me inicié me llenó de mucha alegría.

La balanza por las cosas buenas se seguía inclinado a favor, pues el inicio un nuevo semestre de Licenciatura, la ilusión de terminar la Universidad cada vez estaba más cerca para esta época del año, cumpleaños de grandes amigos y familiares que sin duda la pasamos contentos. Las actividades del plan de trabajo empezaban a desarrollarse, todos con la emoción de hacer las cosas bien y de manera correcta.

Finalizaba agosto y cada vez más la cosa se ponía dura (no piensen mal). Pues terminaba un semestre más y pronto se iniciaría el último y definitivo en mi etapa universitaria. Se vino el noveno mes del año, un cumpleaños espectacular junto al amor de mi vida, Stefania Loor, y la salida a vacaciones del 9no. semestre y durante este mes, se realizaron dos actividades más en cuanto al plan de trabajo de la Aso.


Inicié mi último semestre de mi etapa universitaria, aunque las cosas no se dieron tan bien que digamos, se pudo sobresalir en este primer parcial. Fue en este décimo mes que gracias a Dios pude entrar a un medio de comunicación como es El Universo, para trabajar hasta ahora en el semanario gratuito que se llama Viva Guayaquil. Una experiencia maravillosa puesto que siempre anhelé trabajar en un medio escrito y como viento en popa, las cosas se dieron.

Pero sin duda el siguiente mes estaría lleno de tristeza, pues falleció la hermana de mi bisabuela, más conocida como la tía Lolita, y en un mar de llantos en el cementerio de Jardines de la Esperanza, los hijos de ella, lloraban la partida de su madre. Pero lo más triste de todo, fue que ellos no se llevaban entre sí. Rencor, odio y resentimiento invadía sus corazones, el sacerdote intercedió e hizo que se dieran un abrazo de hermanos, y así fue, aunque obligados se dieron un abrazo que desde el cielo su madre pudo por lo menos presenciar. Además, el 25 de noviembre mi abuelita, hubiera cumplido 94 años ya que hace cuatro años ella, se fue rumbo a la eternidad dejándonos solos y sin sus sabios consejos que en cada domingo que la íbamos a visitar, solía reprendernos, para ser personas de bien.


Pero llegaría el mes más anhelado de todos pero ajetreado también, diciembre. Navidad, fin de año, sin duda fechas de hermandad y alegría para todos. La cena navideña entre mis compañeras del curso fue lo máximo, a pesar de que fui el único hombre entre tantas mujeres la pasamos muy chévere. Luego el agasajo navideño que hicimos a los hijos de limpieza de la facultad, fue otra de las iniciativas de mis compañeros que me alegró este mes. Y finalmente la despedida del 2010 con mis amigos Lasallanos, fue una de las mejores... lo demás que venga para el 2011.


Conclusión: Este 2010, se fue dejándo buenos frutos, alegrías y economía. Siempre he dicho que cada año que viene será mejor y hasta ahora así ha sido.

Quisiera pedir disculpas a aquellas personas que ofendí, hice sentir mal, hice llorar, hice tener coraje, insulté, las rechacé o por alguna u otra razón les dejé de hablar o las ignoré. Por todo esto, le mando un fuerte abrazo reconciliador y mis sinceras palabras de disculpas.

Quiero agradecer a todas aquellas personas que fueron parte de mi vida en este 2010, a las nuevas amistades, mis nuevos compañeros, mis nuevos colegas. Por las nuevas y locas experiencias que día a día pude disfrutar en esta etapa universitaria, tengan presente que ustedes estarán en mi memoria y corazón.
Quisiera nombrar a cada uno, pero la lista es tan extensa y me llevaría días en redactarla, pero tengo la convicción de que nos toparemos en el medio y sin duda nos saludaremos efusivamente o nos daremos una mano cuando lo necesiten.

No me queda nada más que desearles un feliz año 2011, lleno de bendiciones, éxitos, salud y prosperidad.

Con cariño y afecto,

Héctor Andrés Pérez Name
Su amigo de siempre!


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