El sexo al norte de Guayaquil se 'promociona' como spa

 

Quién creyera que en el departamento de un condominio de la Alborada 6ta. etapa, del lado de la avenida Francisco de Orellana, al norte de Guayaquil, funcione un lugar donde la imaginación, sexo y placer sean los ingredientes principales que se esconden bajo el nombre de 'Spa'.

 

A primera vista todo parece normal. En la planta baja del edificio funciona un restaurante de venta de almuerzos y a un costado, una gran puerta negra se abre automáticamente a través del portero eléctrico. “Sube cariño, estamos en el 2do. Piso”, escribe por Whatsapp una de las cuatro chicas que labora en uno de los departamentos, puesto que previo a alguna cita, el cliente debe comunicarse a través de BlackBerry Messenger o Whatsapp confirmando su asistencia.

 

Un puerta se abre y 'Aracely', de 26 años, saca la cabeza y dice: “Hola mi amor, pasa. Bienvenido”. Una hilera de pequeños maceteros con plantas adornan el ingreso al departamento, muebles, cortinas de tela gruesa y focos pintados de color rojo para atenuar forman parte de esta escena un poco hogareña. Otra chica delgada, que lleva puesto un diminuto vestido, abre unas gruesas cortinas que están en un pequeño corredor y saluda con una sonrisa tímida. “¿A cuál de las dos prefieres?... Las otras dos chicas llegan en la tarde...”, dice Aracely. El cliente elige a Jenny, una madre soltera de 24 años y oriunda de El Triunfo. De inmediato ingresan a una de las dos habitaciones que posee el departamento. Cierra las cortinas, enciende el aire acondicionado y de inmediato advierte: “Tienes que cancelarme primero”. Aquí las chicas cobran $ 50 por la relación sexual que incluye un masaje y el preservativo, por un lapso de una hora. También se puede optar por los masajes tántricos (ambos desnudos) que cuestan $ 25.

 

Otro de negocio como este funciona en una casa de la Alborada 10ma. etapa. Al igual que el anterior, no existe ningún letrero que lo identifique como 'Spa'. Adentro el ambiente también es hogareño, muebles, maceteros con plantas, televisor led y un escritorio en la sala que cumple la función de 'caja' para que los clientes cancelen primero. En el patio existe una piscina, aparentemente no tan limpia, pero ahí la persona puede bañarse con una de las cuatro chicas que laboran ahí. Las habitaciones poseen una cama, un pequeño velador donde están los aceites, cremas, toallas, alcohol y preservativos. Los precios son similares al anterior 'spa', pero con la única diferencia que el denominado “combo”, que incluye piscina, relación sexual y masaje, cuesta $ 60 por una hora.

 

Según cifras del Censo Nacional Económico realizado en el 2010, en Guayaquil existen 105 establecimientos que ofrecen los servicios de baños turcos, saunas y baños de vapor, centros de spa, salones de adelgazamiento, salones, de masaje, baños públicos, etcétera; de los cuales 204 mujeres laboran en este tipo de actividad, pero no ejercen la prostitución.

 

No existe registro alguno de mujeres que se dediquen a ejercer la prostitución, sin embargo el Intituno Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), registra a 34 mujeres de Guayaquil pero en la categoría de Trabajadoras de Servicios Personasles no Clasificados Bajo otros Epígrafes, es decir, como damas de compañía que aseguran el entretenimiento del cliente.

 

¿Qué dicen las autoridades?

Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia del Municipio de Guayaquil, menciona que para que los denominados spa pueda funcionar correctamente, deben tener su permiso de funcionamiento y estar en sitos públicos y visibles, “pero si ya hablamos de otra cosa que sea contraria a esta, eso está dentro del campo de la clandestinidad y si la situación es clandestina, necesitamos la denuncia ciudadana”.

 

Catalina Andramuño, Coordinadora Provincial de Vigilancia Sanitaria, explica que “muchos negocios de este tipo lo hacen de forma clandestina y casi siempre nunca permanecen en el mismo sitio por mucho tiempo, sino que están seis meses, ocho meses y se cambian de sitio, para evitar el control de las autoridades y porque los mismos vecinos o propietarios del inmueble les piden que desocupen, entonces es difícil localizarlos”.

 

El Ministerio de Salud Pública es quien otorga el permiso de funcionamiento a estos negocios relacionados a la prostitución como casa de citas o prostíbulos y además exige una serie de requisitos a quienes laboren en estos lugares, como por ejemplo que las trabajadoras sexuales deben someterse a exámenes profilácticos cada quince días.

 

“La persona corre todos los peligros que se pueda dar en un lugar clandestino”, expresa Andramuño y se refieren específicamente a la inseguridad del lugar o enfermedades de transmisión sexual, por lo que sugiere denunciar a este tipo de lugares.

 

Mientras que el Intendente General de Policía, Xavier Burbano, señala que la única manera de frenar este tipo de "negocios" clandestinos es "con denuncias e información de la ciudadanía a las autoridades, para que se adopten las consecuentes medidas de control".

 

Agrega que esos denominados spa, podrán ser clausurados temporal o definitivamente así como la aplicación de multas para establecimientos "que no cuentne con sus respectivos permisos de funcionamiento".