¿Es esta la peor crisis futbolística de Barcelona?

Jugadores de Barcelona salen desconsolados en el primer tiempo en el Clásico del Astillero. Foto: FRANCISCO BRAVO

Barcelona Sporting Club no da pie con bola en este Campeonato Ecuatoriano de Fútbol. De seis partidos ya jugados, el cuadro torero a penas tiene una victoria, dos empates, dos derrotas y un partido postergado (contra Aucas) y dos partidos perdidos en Copa Libertadores. 

Acaba de perder nuevamente un Clásico del Astillero por 2-0 con su eterno rival, Emelec.

La cabeza del técnico Rubén Israel corre peligro, y con la presión que imponen los hinchas por los buenos resultados, el futuro del Ídolo del Astillero es incierto...

¿Pero es esta temporada en la que Barcelona vive su peor crisis futbolística?...

La respuesta es No. Simplemente es una mala campaña más de las muchas que ha venido arrastrando el cuadro canario, en especial desde que quedó por última vez campeón que fue en el 2012, de la mano de Gustavo Costas.

Esta crisis que atraviesa Barcelona, es el fiel reflejo de una mala administración futbolística en el que siguen cayendo los mismos dirigentes del club, presidido por los hermanos Noboa. 

En el 2013, el cuadro torero debió haber mantenido la misma plantilla de jugadores que resultaron campeones. Pero en vez de mantener, los dirigentes 'desmantelaron' al equipo. 

Negociaron al goleador Narciso Mina, a la mejor dupla mediocampista, Damián Díaz - Michael Arroyo, dejaron ir al "reemplazo" de Mina, Ariel Nahuelpán, al mejor lateral derecho, Juan Carlos Paredes, no renovaron con Renzo Revoredo y el colombiano José 'ringo' Amaya, que si bien no tuvieron un rol protagónico, al siguiente año pudieron haber mejorado. 

La dupla letal que tuvo Barcelona en el 2012, Michael Arroyo - Damián Díaz. Foto: BENDITO FÚTBOL

El equipo se desconcentró, seguía festejando la estrella 14, comenzaron mal la pretemporada y el resultado de ese año fue desastroso. Renunció Costas y llegó Ischia, que no fue lo que se esperaba. Pésima presentación en Copa Libertadores del 2013, y ese año para variar, su eterno rival, el Emelec, reconquista el título de campeón al ganar las dos etapas.

En el 2014, la misma historia. Con Carlos Ischia se esperaba que el equipo mejor, que él mismo arme el equipo pero ocurrió lo mismo. A mitad de año, Rubén Israel tomó las riendas del equipo, dándole una evidente mejoría en su nivel de juego. Terminó el año disputando la final del Campeonato ante Emelec, empató la final de ida y cayó desastrosamente 3-0 en la final de vuelta.

Para variar, Barcelona nuevamente negoció a sus jugadores claves: Cristhian Penilla, Cristhian Suárez, Michael Jackson Quiñónez y al mejor mediocampista, Álex Bolaños, por inmadurez dirigencial.

Para este 2015, Barcelona vuelve a cometer una locura. Viajó a Argentina a realizar la pretemporada justificando que así evitaría el acoso de la prensa e hinchada en los entrenamientos. Pero a su retorno a Guayaquil comenzaron ganando todos los partidos amistosos. Les arruinó la fiesta al Real España de Honduras, al Delfín de Manta, al Aucas en el 'Choque de ídolos'... pero ¿y?... ¿qué les pasó después?...

Barcelona comenzó empatando los dos primeros partidos, ante Liga de Loja y River Ecuador. Recuperaron algo de alegría al derrotar con las justas a Independiente del Valle por 2-1, pero luego perdieron dos juegos seguidos, ante El Nacional y Emelec....

El uruguayo, Andrés Lamas, tuvo un pésimo desempeño en el Clásico del Astillero. Foto: JOSÉ ALVARADO

Nuevamente la culpa es de la dirigencia y también de Rubén Israel. Para este año contrataron a una docena de jugadores nuevos, de ellos los más flojos en rendimiento son: Alejandro Frezzotti, Andrés Lamas, Henrry Patta, Marlos de Jesús... y entre los que mejores están: Álex Colón, Édison Vega y algo, algo, Brahian Alemán.

¿Pero qué pasó con el resto de jugadores que salieron vicecampeones?... Siguen desmotivados con haber perdido la Final de Clásico del Astillero. Hubo resentimientos, discrepancias, se nota un quemeimportismo en cada uno de ellos, les falta compromiso y amor a la camiseta (no al bolsillo y chequera). 

Pierden como que si fuera algo normal, se excusan fácilmente, piden perdón a la hinchada y en el siguiente partido vuelven a perder... Es como un círculo vicioso que no se sabe hasta cuándo tendrá fin. 

A Rubén Israel se lo nota cabreado, pero no por los malos resultados, sino porque sus pupilos no  juegan a lo que él quiere. A veces suelo pensar que los jugadores quieren armar un complot para que él renuncie. 

El peor castigo a un jugador es no dejarlo jugar, así de simple. 

Damián Lanza (d) se fue de puñetes con un jugador rival. Foto: VÍCTOR SERRANO.

Máximo Banguera hace rato que no merece ya tener la banda de capitán y de ser el arquero titular, tampoco Damián Lanza que su comportamiento fuera de cancha deja mucho que desear. José Luis Perlaza sigue cometiendo los mismos errores de años atrás ¿y sigue de titular?... Geovanny Nazareno igual, no puede ni pegarle bien a una pelota... Andrés Lamas ni se diga, típico de un uruguayo, sobrado, orgulloso, pero malo y lento, el tipo. Alejandro Frezzotti, corre y corre y no para de correr, ¿con eso basta?, Ely Estirilla ha bajado notablemente su nivel, algo pasa... 

Rubén Israel debe poner más énfasis en jugadores que realmente la mueven, tipo Álex Colón, jugador para que vaya de titular y no al cambio. debe darle la oportunidad a Roosvelt Oyola, a Brayan de la Torre, y a otros jugadores que en realidad quieren demostrar su nivel. 

Pero en Barcelona parece ser que prevalecen los jugadores que tienen nombres extranjeros o los que más caro les ha costado al cuadro torero...

Ojalá que el Ídolo se levante en los siguientes partidos y que los jugadores y cuerpo técnico nos tapen la boca con buenos resultados y buena actitud dentro de la cancha.

El tiempo lo dirá.

Fotos: El Universo y Bendito Fútbol.