La responsabilidad de ser profesional

La alegría de haber obtenido un título profesional se vio reflejada aquel jueves 28 de octubre del 2010 en al Aula Magna. Muchos de mis compañeros lloraron, sus padres también y es que no era para menos, pues en ese momento el orgullo y emoción nos invadía de pies a cabeza. Sin embargo, de ahora en adelante nos toca estar conscientes de que ya nuestra etapa como universitarios esta en pleno ocaso y el crepúsculo de nuestra etapa como profesionales empieza a despertar.

En adelante tendremos un compromiso con nosotros mismos y con la sociedad. Debemos manejarnos con profesionalismo y dejar atras esas actitudes inmaduras y quemeimportistas que alguna vez tuvimos y empezar a poner los pies sobre la tierra. Hagamos nuestro trabajo con la suficiente seriedad del caso, pues mantener bien informado a un pueblo entero, no es nada facil. No comprometamos nuestra conciencia vendiéndola al mejor postor, nuestra dignidad y respeto valdrá muchísimo más que cualquier cosa. Nuestro honor tiene un precio mucho más alto que todo el dinero del mundo, es un precio único e indevaluable.

Fomentemos la unidad entre hermanos ecuatorianos. No nos parcialicemos hacia un lugar determinado o hacia una región de nuestro país, pues el Ecuador necesita gente pluralista. La vida del periodista es cansada, sacrificada y muy riesgosa; pero solamente a las personas realmente convencida de lo que realizamos seremos capaz de sobre salir en un mundo muy competitivo. Desde ya, alguno de nosotros nos hemos quejado por las extensas horas laborales que muchas veces sobre pasan las 8 horas de ley y nos extendemos más y más con tal de tener un buen producto periodístico listo para que la ciudadanía lo consuma.

No hay nada más gratificante para un periodista de que su trabajo investigativo sea publicado. Y mucho más, si es reconocido por alguna entidad de prensa. Mejor aún, si se le otorga un reconocimiento por la labor realizada. Eso es lo bueno del periodismo, el darse a conocer, el hacerse valer.

Cito como ejemplo, la tarea que realizó Hernán Higuera, periodista de Ecuavisa quien estuvo justo en medio de la balacera de aquel 30 de septiembre. Su voz se hizo escuchar, todos estábamos atentos a lo que ocurría. Él mantenía a todo el Ecuador y el mundo entero de lo que ocurría en las afueras del Hospital de la Policía en Quito. Nos contagió con su temor, pero nos emocionó con su valentía y coraje. Así y de muchas formas más, se hace periodismo.

No apliquemos lo que aprendimos en las aulas, pues eso es solamente una base teórica de lo que sucede en el lugar de los hechos. Con la experiencia, en el campo de batalla como diríamos, lograremos conocer más a fondo lo que en realidad es la vida de un periodista. Sacrificio, responsabilidad y dedicación son tres principales ingredientes para poder lograr realizar un buen trabajo profesional.