"Aquel que murió a los 33, rescató a los 33"
Lo que todo parecía un desastre terrible, luego de que se supo que habían quedado atrapados 33 mineros en la Mina San José en Chile aquel 5 de agosto del 2010, hoy es todo lo contrario. Alegría, unidad, esperanza, fe, esfuerzo y muchas otras descripciones más que el mundo entero fue testigo de este rescate histórico. Fueron 622 metros bajo tierra que los 33 mineros sobrevivieron milagrosamente 69 días y con aquel mensaje esperanzador de "Estamos bien en el refugio los 33" el pueblo chileno se llenó de valor y de fe para poder rescatarlos en una ardua y difícil misión.
Pero el martes 12 de octubre aproximadamente las 22h00 de Ecuador y cerca de las 00h00 del miércoles en Chile, se dio inicio a lo que el mundo entero sería testigo: El rescate de los 33 mineros. Miles de equipos tecnológicos entre cámaras de video, micrófonos, grúas, arnés, poleas, la cápsula Fénix II, ocupaban el sitio donde se perforó el Plan B del rescate. Mientras que el pueblo chileno, sobre todo los familiares de los 'hombres topos', se apostaron también al lugar instalando carpas, pequeños santuarios, haciendo vigilias, escribiendo pancartas con mensajes esperanzadores para los mineros que estaban atrapados. La fortaleza que demostró el Presidente de Chile, Sebastián Piñera fue impresionante, pues él, jamás desfalleció ante semejante hecho que conmocionó al mundo entero. Fue Piñera quien dio su palabra de honor ante todos y ante los mineros atrapados que se sacarán vivos a los 33 trabajadores de la Mina San José.
La mayoría de los países del mundo se paralizaron para ser testigos del más grande rescate jamás antes visto en la historia de la humanidad. Muchos medios de comunicación se enlazaban con los canales chilenos para ver la transmisión. Todo estaba listo, el primer minero en salir fue Florencio Ávalos, de 31 años, todos lloraron al verlo y abrazarse con su pequeño hijo quien lloró y gritó "papá" para luego darse un fuerte abrazo y reencontrarse con todos luego de 69 días bajo las entrañas de la tierra. Chile y todo el mundo, se conmocionó al ver al primer rescatado, y muchos gritaban, lloraban de la alegría, se les erizaba la piel y se inmutaban al ver lo que muchos reconocieron como un "milagro divino".
"Hoy día 13 de octubre del año 2010, el 13 del 10 del 10, nuevamente el número mágico de 33 (...) Esta operación de rescate ha sido tan maravillosa, tan limpia, tan emotiva y los chilenos hemos demostrado lo mejor de nosotros mismos" afirmó el Presidente chileno, Sebastián Piñera.
El segundo en salir fue Mario Sepúlveda, quien con un toque de humor y expresividad entregó unas piedras que había llevado hasta la superficie como recuerdo y los repartió entre los ingenieros rescatistas e incluso al propio Sebastián Piñera, quien iba abrazando a cada minero que salía.
El tercero en salir fue Juan Illanes, de 52 años. El cuarto fue el boliviano Carlos Mamani, el único extranjero de entre los otros 32 mineros, el presidente de Bolivia, Evo Morales fue testigo también del rescate de su coterráneo.
Y así fueron saliendo poco a poco los demás atrapados hasta que le tocó al último minero en salir, Luiz Úrzula de 54 años quien este miércoles 13 de octubre emergió a la tierra aproximadamente a las 21h55 hora chilena (19h55, Ecuador). Las sirenas del lugar sonaban dando como señal la finalización del rescate en el yacimiento San José. Las campanas de las iglesias repicaron, Chile y el mundo entero era testigo de este emotivo y milagroso rescate de los 33 mineros que la tierra había 'parido' nuevamente.
"Le sirvo el turno como habíamos acordado el día en que tuvimos la primera conversación. Espero que esto nunca más vuelva a ocurrir. Gracias a todos", le dijo Urzúa al presidente Sebastián Piñera, quien lo esperaba al salir de la cápsula que los transportó a través de un ducto desde los más de 600 metros de profundidad.
Todos fuimos testigos de este rescate, las redes sociales sobre pasaban los estados por segundos, los medios de televisión colocaban sus titulares por twitter, otros miraban canales chilenos por internet, y muchos países festejaban también como suyos, esa vuelta a la vida de cada uno de los mineros. "Chi, chi, chi, le, le, le, viva la de Chile" gritaba todo el mundo. La gente se volcaba a las calles a festejar como si hubieran conseguido un título o campeonato mundial, izaron banderas, los autos pitaban por las calles y la alegría de miles de testigos rebasaba los límites.
Este hecho histórico sin duda, sobre pasó las expectativas de los medios de comunicación con alto raiting al estilo 'Gran Hermano'. Los titulares de los periódicos de todo el mundo apuntaban al rescate. Y ahora, solo queda agradecer al Dios todopoderoso que una vez más nos dio una clara lección de fe, esperanza, unidad y amor. Es que no existe otra manera de describir todo esto como un milagro.
El mundo entero lo vivió y fue testigo de aquello; y Chile nos los ha demostrado. Piñera no se equivocó al decir: "Aquel que murió a los 33, hoy está rescatando y salvando a los 33".
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