Prometeo sin homosexualidad
Luego de un éxito rotundo en taquilla el pasado mes de octubre en su estreno nacional, Prometeo Deportado, prometió gustar a todos y así fue. Como no era de esperarse, hubo mucha espectativa por querer ver la película dirigida por el guionista guayaquileño Fernando Mieles, sobre todo por saber de qué se trataba la cinta. El trailer encantó a muchos y hasta causó emoción al ver esas imágenes rápidas, en diferentes planos y ángulos, dististas historias, ritmo musical, en fin; la película quería dejarse ver. Y como si se tratase de una realidad, Prometeo intenta acercarse a ella. Una realidad para muchos calificada como verdadera y para otros etiquetada como posible.
Como todo ecuatoriano que tiene ese anhelo de salir de su país para ser empleado de los extranjeros, Fernando Mieles intenta mostrar una semejanza entre el verdadero emigrante y los que viajan por querer ser mejores que otros. Sin embargo, quizá la idea de Mieles no sea acercarse a la realidad como hecho migratorio o fenómeno social, sino más bien de identidad nacional.
La que desea viajar por necesidad, el abogado sabido, la vecina, las viejas chismosas, la chola igualada, en artista sorprendedor, el escritor frustrado, el deportista sin oportunidades, los esposos creídos, son algunos estereotipos que caracterizan a muchos ecuatorianos tanto en actitudes como en ideología. Actitudes como la solidaridad, el egoísmo, organización, unidad, vanidad, exageración, fueron algunas de las que se pudo evidenciar en el texto audiovisual. Ideologías como el 'quemeiportismo', la viveza criolla, el abuso de autoridad, la sumisión. Pero, se preguntaron ¿por qué no se mostró en la película o se dejó de lado la homosexualidad?
En ninguna escena se mostró a personas homosexuales o algún "amanerado", peor escenas de este tipo, precisamente porque Fernando pensó quizá que este tipo de género es algo que aún no se puede palpar mayoritariamente en nuestro país. A pesar de que la cinta muestra la migración hacia Estados Unidos, no se sabe si se quiso o no incluir a personas que representen a este género. La mayoría de homosexuales suelen viajar al extranjero para realizarse alguna operación de tipo estético como también biológico, pero vuelvo y repito, no se lo incluyó en la cinta.
O peor aún cuando en esta sociedad estamos viciados de homosexuales de pantalla, como lo muestran algunos programas de producción nacional sobre farándula en sus horarios matutinos, vespertinos y hasta nocturnos. Y no solamente en estos tipos de programaciones visuales, sino también radiofónicas, solo es cuestión de subirse a algún bus o taxi y se podrán dar cuenta de aquellos programas que solamente viven del 'doble sentido' y la "mariconada" como admiten algunos por no querer ser específicos y decir: homosexualidad. En tanto, la cinta omite este tipo de realidad y más bien se muestra otro enfoque, la migración.
Aún siendo la homosexualidad una realidad social en nuestro país, faltó poner énfasis para lograr ese aspecto pluricultural e ideológico en la cinta. Estaban todos, los negros, cholos, serranos, el rico, el pobre, los de clase media, los artistas, escritores, amas de casa, pero faltaron los homosexuales para poder decir ahora sí que "se cubrió con la totalidad" de razas, cultura, estereotipos y géneros.
La película estuvo cerca de dos meses en cartelera y cada día las salas de cines (al menos las de Guayaquil) estaban llenas en su totalidad. Para los que acudieron a ver Prometeo Deportado, incluso se sientieron tan entusiasmados por aquellas escenas musicales donde los actores danzaban y bailaban en la sala de espera del aeropuerto. Acá, en la sala de cine, no bailaban pero sí aplaudían, se movían de un lado a otro sobre sus asientos, levantaban las manos, se reían, en fin, eso era lo que Mieles quiso hacer provocar en sus espectadores.
Llegar a un climax de exitación visual y sentimental. Que el espectador se ponga en los zapatos de los personajes de la película y arrancar suspiros, expresiones, lágrimas, emociones, risa, indignación y todo lo que vivimos los que asistimos a ver a Prometeo. En todo caso, la pregunta es: ¿Se olvidaron de incluir a los homosexuales o simplemente no se quiso relacionar la identidad nacional con la realidad? La película gustó, agradó y emocionó. Fue un éxito. Fernando Mieles tendrá que responder la pregunta en rueda de prensa.
Fotos: www.prometeodeportado.com
Vaya que insultante y como demuestra tu ignorancia al decir que la mayoria de los homosexuales que viajan es para realizarse cirugias.. y no todos los gays son amanerados ni las lesbianas masculinas tampoco. muchos son como cualquier pana o amiga que has de tener..
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