Orgullosamente guayaquileño
Guayaquil es una de las ciudades con mayor movimiento turístico y comercial. Es la de mayor número de habitantes, la más grande del Ecuador, la que tiene una imagen postmodernista. Es la ciudad del regateo, de la oferta y la demanda, de los 'sabidos', de los 'bacanes', de las rubias y morenas. Es una ciudad enamoradora, encantadora, mágica y sobre todo, hermosa. Cualquier hora es oportuna para recorrer sus principales avenidas, lugares turísticos, para ir a farrear, para conversar, para 'vacilar'. A Guayaquil, nadie la detiene, es un motor social y comercial que siempre está encendido y nunca se daña. Es como que si fuera una ciudad de acero. En sus inicios, esta ciudad soportó majestuosos incendios, múltiples ataques piratas y saqueos. Hoy en cambio, Guayaquil ve morir diariamente a sus hijos en las calles producto de la delincuencia, quizá uno de los aspectos más feos que tiene esta ciudad. Sin embargo, la fortaleza de su gente, él ánimo de los guayaquileños y