Juan Manuel Oleagoitia compuso el 'Dale Barcelona', un hinmo para siempre
Juan Manuel Oleagoitia, autor del tema 'Dale Barcelona' |
Ahora, Juan Manuel conversa para Sin Rabo de Paja sobre el tema que se convirtió en un himno para la hinchada torera.
¿Qué lo inspiró para componer una de las canciones más reconocidas y sonadas en la historia de Barcelona?
Parte de mi corazón es de Guayaquil, mi mamá y toda la familia nació en Guayaquil. Yo nací en Lima Perú y desde niño siempre me traían en las vacaciones escolares (enero a marzo) que coincidían con las vacaciones de aquí. Mis tíos me llevaban siempre al estadio y de mi familia nadie era del Barcelona, era del Everest, del Patria porque mi abuelo fue socio-fundador... Y lo del Barcelona fue una cosa solo mía, de tanto que me llevaban al estadio, poquito a poco se fue asimilando ese cariño que se desembocó en una pasión y así empezó la historia, desde niño.
¿Eso de ahí lo inspiró?
Sí, porque nací músico. Esta canción de Barcelona la compuse cuando aún no cumplía los 14 años y ya componía. A los 14 ya me salió esto y nunca lo hice con ningún sentido comercial porque nadie me llamó, ni me contrató, ni nada. La compuse y la tenía guardada ahí hasta el año 84 que la grabé en Guayaquil.
¿Eso de ahí lo inspiró?
Sí, porque nací músico. Esta canción de Barcelona la compuse cuando aún no cumplía los 14 años y ya componía. A los 14 ya me salió esto y nunca lo hice con ningún sentido comercial porque nadie me llamó, ni me contrató, ni nada. La compuse y la tenía guardada ahí hasta el año 84 que la grabé en Guayaquil.
¿Qué siente cada vez que la canta o escucha?
Cuando la escucho siento más. Escucharla tiene otro sabor. Lo que nunca me imaginé sentir fue lo que sentí en el estadio Monumental. Fui dos veces para la Noche Amarilla del 2012 y para la entrega de la Copa 14, en diciembre de ese mismo año. Es algo emocionante que no se puede describir en palabras lo que sentí aquella vez, todo el estadio cantaba conmigo la canción en una circunstancia poco convencional, fue a capela. Yo no había ensayado con la orquesta, la orquesta finalmente agarró la onda porque se la sabían y me acompañó, pero fue una cosa fuera de lo común y demasiado bonita, sin premeditación, sin ensayo ni nada. No canté con pista porque la había perdido y así ocurrieron las cosas, de una manera inolvidable para mi.
¿En qué momento o en qué año hizo oficial la canción?
En el 84 yo estaba en Miami y me acordé de esa canción y le mandé esa canción en cassette a mi mamá para ver qué podía hacer con ese tema aquí en Guayaquil, la grabé en guitarra, domésticamente en mi cuarto. Mi mamá era muy amiga de la familia Feraud, que tenía la compañía discográfica Fediscos. En aquella época vivía don Francisco Feraud, que era el dueño, y como eran amigos de años le dijo que no se lo mostrara a nadie y así fue.
¿Nunca se imaginó que la canción tendría tanta repercusión?
Nunca me imaginé quedarme. Seguidamente me enamoré, me casé, nació Olguita, luego María Belén. La vida siguió transcurriendo me dediqué a la publicidad, me puse la productora (Bertso S.A) que gracias a Dios funciona muy bien y ya hice mi vida aquí.
¿Ha pensado en componer otro tema para Barcelona?
Lo intenté, pero no pude. No pude superar al primero. Ahora ya de profesional no pude superar a la creatividad de ese chico de 14 años que era más limpio que el agua clara. El éxito de esa canción es que es demasiado simple y es muy limpia, tiene un lenguaje muy sencillo y muy verdadero.
Escucha la entrevista completa aquí:
Cuando la escucho siento más. Escucharla tiene otro sabor. Lo que nunca me imaginé sentir fue lo que sentí en el estadio Monumental. Fui dos veces para la Noche Amarilla del 2012 y para la entrega de la Copa 14, en diciembre de ese mismo año. Es algo emocionante que no se puede describir en palabras lo que sentí aquella vez, todo el estadio cantaba conmigo la canción en una circunstancia poco convencional, fue a capela. Yo no había ensayado con la orquesta, la orquesta finalmente agarró la onda porque se la sabían y me acompañó, pero fue una cosa fuera de lo común y demasiado bonita, sin premeditación, sin ensayo ni nada. No canté con pista porque la había perdido y así ocurrieron las cosas, de una manera inolvidable para mi.
¿En qué momento o en qué año hizo oficial la canción?
En el 84 yo estaba en Miami y me acordé de esa canción y le mandé esa canción en cassette a mi mamá para ver qué podía hacer con ese tema aquí en Guayaquil, la grabé en guitarra, domésticamente en mi cuarto. Mi mamá era muy amiga de la familia Feraud, que tenía la compañía discográfica Fediscos. En aquella época vivía don Francisco Feraud, que era el dueño, y como eran amigos de años le dijo que no se lo mostrara a nadie y así fue.
¿Nunca se imaginó que la canción tendría tanta repercusión?
Nunca me imaginé quedarme. Seguidamente me enamoré, me casé, nació Olguita, luego María Belén. La vida siguió transcurriendo me dediqué a la publicidad, me puse la productora (Bertso S.A) que gracias a Dios funciona muy bien y ya hice mi vida aquí.
¿Ha pensado en componer otro tema para Barcelona?
Lo intenté, pero no pude. No pude superar al primero. Ahora ya de profesional no pude superar a la creatividad de ese chico de 14 años que era más limpio que el agua clara. El éxito de esa canción es que es demasiado simple y es muy limpia, tiene un lenguaje muy sencillo y muy verdadero.
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