'El Niño de la playa' da muestras de un mundo insensible e indiferente
Cuando vi la foto del 'Niño de la Playa' acostado boca abajo en la orilla de una playa pensé que le estaba jugando una broma a sus padres o escuchando los sonidos de la tierra o el mar. Pero luego observé cada detalle y no se trataba de una broma... el niño se había ahogado.
Aylan Kurdi, de tres años, yacía en la arena. Vestía una camisetita roja y un short de tela jean y zapatitos negros. ¿Por qué murió?... Porque sus padres y todo un pueblo sirio quería huir de su país para llegar hasta Grecia y buscar una mejor condición de vida y alejarse de la guerra en Medio Oriente y del hambre. Aquella imagen del inocente niño dio la vuelta al mundo pero lo más doloroso aún es que su hermanito, Galip, de 5 años y su madre, Rihanna de 27 años, también fallecieron.
¿Qué ocurre en Siria?, ¿qué pasa con los políticos?, ¿dónde está la ONU?, ¿por qué tanto dolor humano?... Simple, la humanidad ya ha perdido su naturaleza. Parece ser que los genes han involucionado y nos hemos convertido nuevamente en canívales, salvajes, irracionales. El mundo se pierde y nadie logra frenar a los políticos, la gente se mata y el mundo sigue fabricando armas, la gente huye y el mundo construye murallas enormes de concreto. Cada día tenemos menos esperanzas de vivir, no sabemos qué nos deparará el futuro, cada día se nos corta una molécula de libertad y de felicidad.
La gente clama por un mundo mejor, los volcanes se cabrean erupcionando su dolor, los mares vomitan su enojo hacia zonas costeras, y los políticos siguen impávidos sin hacer absolutamente nada. Solo acuden a las cumbres internacionales a tomarse fotos entres sus secuaces, sin promover ni una sola idea de cambio. Simplemente manejan a su antojo sus propios intereses y muestran sus dientes en una risa fingida y llena de hipocresía.
Nilüfer Demir, la fotógrafa turca que plasmó la imagen de Aylan Kurdi, contó su relato: "Se me heló la sangre", dijo al ver al 'Niño de la playa'. Además no solo el pequeño yacía en la arena, a pocos metros también estaban varios niños más y su hermano Galip. "Antes de apretar el botón sentí un gran dolor y tristeza, pero teníamos que mostrar la tragedia", dijo.
Y así fue, lo consiguió. El mundo se estremeció y quedó conmovido. ¿Cuántos niños mueren a diario y el océano se los traga?... ¿Cuántas personas mueren a diario y no son retratadas?... Las imágenes conmueven a muchos, pero otros se hacen de vista gorda y ven hacia otro lado, ignorando lo que pasa, sin sentir ni un mínimo de dolor o tristeza.
Esta y otras imágenes que han salido a la luz me han conmovido. Creo que a muchos se nos achicó el corazón y sentimos una silenciosa tristeza. Pero la vida sigue y hay que tratar de hacer algo mejor.
Estoy a punto de ser papá, casualmente de un niño; y al ver a Aylan Kurdi tirado en la arena boca abajo, comencé a llorar. La vida nos da lecciones a diario y a muchos nos cuesta aprenderlas. El mundo de apoco se acaba y nuevas esperanzas nacen con la ilusión de vivir en una tierra que los vea felices, llenos de alegría y no con el corazón inerte dispuesto a ser el protagonista de una fotografía que simplemente "retraten la tragedia".
Imágenes tomadas del sitio PlayGroundMag.
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