¡Peligro! Vendedores en los buses y choferes con 'vista gorda'

"Bien damita y caballero, tenga un cordial saludo, permítame agradecerle al señor conductor que me ha permitido subirme a este medio de transporte. Yo no he venido a quitarle el tiempo, peor aún quitarle el dinero de sus bolsillos. Permítame presentarle este nuevo producto llamado Yas, un caramelito con sabor a menta. Para mayor comodidad voy a pasar por cada uno de sus asientos esperando que no me deje con la mano estirada".

¿Le suena familiar este discurso? Pues sí, es el discurso de los múltiples vendedores informales que se suben a los buses urbanos y cantonales a "promocionar" sus productos, con la intención de "llevar un pan a la mesa de su hogar". Diariamente en Guayaquil se suben cerca de tres vendedores por bus en una hora, esto lo pude comprobar mientras me dirigía a la Universidad, que para variar me toca coger tres buses para llegar a mi destino.

Durante el recorrido de la línea 98 que sale desde terminal terrestre, se subió un vendedor en la misma parada a promocionar unos caramelitos de manjar con leche y se bajó a la altura de Avícola Fernández. El segundo vendedor se subió cerca de la terminal de Transportes Ecuador, en la Av. de las Américas; se bajó justo en la Iglesia, Pare de sufrir. El tercer y último vendedor (digo último porque me bajé por el sector de la Plaza Baquerizo Moreno, en el Malecón del Salado) se subió en la Universidad Estatal, por la facultad de Odontología y promocionaba un "polvito desparasitante". Y quien sabe si más adelante se habrán subido otros vendedores más...

No estoy en contra de que ellos se ganen el dinero de esa manera, pero si me opongo a que no se suban, sabiendo que existe una ley que les impide trabajar en los medios de transporte público. Y es que la disposición de la Ley de Tránsito (Artículo 139) describe que el solicitar dinero y vender en los buses está prohibida y se la considera como una falta leve de segunda clase con tan solo $20 de multa y 3 puntos menos en la licencia del conductor por cada vendedor que se suba a la unidad de transporte, se derogó y solo se permite el ingreso de vendedores con el consentimiento del chofer del bus. Si esta disposición, se aplicaría como dictamina la ley, pues los choferes de los buses tomarían otro tipo de medidas como impedir que los ambulantes se suban a sus buses, cosa que no lo hacen porque esta disposición no se pone en práctica. Además sería un mal negocio para ambas partes, puesto que el chofer perdería más de $60 dólares diarios, menos de 10 puntos en su licencia en tan solo un día o quizás horas; y para el vendedor ambulante, tendría pérdidas en sus ventas por no lograr acceder a las unidades de transporte público.

Pero muy a parte de estas disposiciones que no se cumplen, hay otra cuestión que muchos no nos hemos dado cuenta: el abuso de los vendedores en los buses. Digo abuso porque cómo puede ser posible que un informal de estos, venda un caramelo a 5 centavos y cinco por 25 centavos. ¡Qué promoción! dirían algunos... pues déjenme decirles que la famosa promoción no existe porque se está vendiendo las cinco unidades al mismo precio que la unidad, por lo tanto no hay promoción. El vendedor informal lo hace por necesidad, porque sabe que su negocio es casi redondo. Una funda de caramelos trae aproximadamente 50 unidades. Si en 5 caramelos se obtiene $0.25 en 50 caramlos se obtendrá 2,50 por funda vendida, un precio justo. Pero si ese mismo vendedor se sube a 20 buses en todo el día, obtendrá $50 dólares en una sola jornada de trabajo, algo totalmente verídico. Claro siempre y cuando se venda todo, caso contrario se ganará menos.

Ahora bien, solo he mencionado a los vendedores y su negocio redondo; y a los choferes con sus actitud de 'vista gorda'. Pero, ¿qué pasa con los usuarios, los pasajeros?... Sin duda ellos son los que más pierden en toda su travesía en los buses urbanos. Digo que pierden por muchas razones, se incomodan cuando un vendedor se sube al bus porque no saben si en realidad son vendedores o son asaltantes; temen por sus vidas; molesta el exagerado volúmen elevado de la radio; molesta la insistente bocina del bus; las frenadas bruscas; la incomodidad de los asientos; el interior del bus sucio y con basura; el peligro que se corre tanto al subir como al bajarse del bus; en fin, hay justificaciones por las cuales un viaje en bus nos podría estar saliendo caro.

Pero no hay nada más incómodo, cuando los vendedores se suben a un transporte provincial o intercantonal. Muchos de los pasajeros viajan y duermen y es hostigoso escuchar con voz chillona: "Maduro con queso", "Agua, agua, agua", "Jugo, cola helá, cola helá", "Extra, Universo, Extraaa". Claro, como se derogó la disposición del Art. 139, literal E, enonces ¡que viva la fiesta! porque ahi pagan piso los dos: choferes y vendedores (o asaltantes disfrazados de vendedores).

Y no solo son los vendedores, son los predicadores, los músicos, los "sordomudos", los que piden para medicinas, los que tienen gangrena en alguna parte de su cuerpo, los "médicos" que se suben con productos naturales, los "naturistas", en fin la lista es larga para un viaje tan corto, incómodo, molestoso e inseguro que día a día viven los pasajeros de los buses de transporte público.

No estoy en contra del trabajo que realizan los vendedores informales, pero que por favor se respeten los derechos del pasajero también.

Comentarios

  1. Muy buen tema, solo que hay q tambien mencionar que la mayoria de las veces los vendedores ofrecen sus productos a la fuerza intimidando a los usuarios para q se vean obligados a comprar y es que con ciertas caritas pues uno piensa q cualquier cosa le puede hacer. este tipo de gente ya es conocida por los choferes que como bien ud lo emnciono se hacen de la vista gorda y no hacen nada ya que la ley no se aplica como debe ser

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  2. No todos somos asi. Yo soy vendedor , y subo muy bien vestido , y no vendo caramelos , sino cds , y hago una charla informativa , que nada tiene que ver con mis problemas...

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  3. No se estrés sencillamente ig nore y ya eso no lo va a cambiar. Ya que es una forma de ganarse lo vital para la vida. Y otra cosa el que es vendedor no es atracador. Se pa distinguir una cosa de otra en cuanto al sueldo que ganen y bien para eso trabajan.

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