Periodismo y democracia

Sin duda el juicio que sigue el presidente de la República Rafael Correa, en calidad de ciudadano, contra Diario El Universo, los directivos y el ex director de opinión, Emilio Palacio, nos hace reflexionar a aquellos que estamos inmersos en el ámbito periodístico y social. En este caso, resaltan aspectos importantes que el ser humano tiene por sus propios derechos, entre ellos la verdad, responsabilidad y libertad.

Si nos damos cuenta, estos tres aspectos van vinculados entre sí y que aplicados a la labor periodística da como resultado un producto que lo podemos traducir como información, opinión, análisis, reportaje, etcétera. Pero ¿qué pasa cuando falta uno de ellos? Estaríamos cometiendo un error grave, incluso engañando a nuestro público porque sin verdad no hay responsabilidad, y sin responsabilidad ni verdad no hay libertad. El periodista debe ser minucioso con lo que escribe, debe manejar la verdad con responsabilidad y libertad sin caer en exageraciones, acusaciones, subjetividades y en el peor de los casos, en mentiras.

Los artículos de opinión van mucho más allá que escribir alguna crítica o análisis sobre los problemas sociales y gubernamentales, firmado con nombre y apellido. Aquí también está en juego la reputación de la persona que escribe puesto que él se hace responsable de lo que piensa, escribe y publica. Esa libertad de expresión que le otorgan los dueños de los medios o los directores de opinión a los columnistas, debe estar sujeta a la responsabilidad ulterior, que no es otra cosa que asumir las consecuencias jurídicas, penales o civiles de lo que afirma una persona a través de los medios de comunicación.

Quizá el caso El Universo deja abierta una alternativa de análisis para saber si el texto ‘No a las mentiras’ escrito por Palacio, injurió o no al presidente del Ecuador. Se dice que este acontecimiento es un atentado contra la libertad de expresión y de prensa y que la democracia en el país estaría en riesgo. Y de hecho, desde el punto de vista del proceso judicial, es una clara manipulación de la justicia ecuatoriana al antojo del ciudadano que viste de presidente. Con este hecho, muchos periodistas se atrevan a autocensurarse, muchas voces críticas que intentan expresarse libremente demostrando su desacuerdo, podrían callar. Muchos ciudadanos, no solo periodistas, tendrán temor de decir algo, expresar algo o denunciar algo. Se las aguantarán o lo pensarán más de tres veces antes de pronunciarse.

Algunos medios de comunicación intentarán autocensurar a los columnistas, se analizará qué se publica y qué no, si la opinión es muy “fuerte”, no va. Quizás aún no se ha evidenciado eso, pero muchos ya están pensando en aplicarlo. El caso a El Universo es solamente un inicio de lo que podría ocurrir a futuro, hay que estar atentos a su desenlace y empezar a poner más énfasis en nuestra labor investigativa.

Los periodistas y los futuros comunicadores sociales, deben tener siempre las herramientas principales para que sus voces no sean apagadas: verdad, responsabilidad y libertad. Solo así se podrá seguir construyendo una patria verdaderamente democrática.

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