Esperé 15 años para ver campeón a Barcelona


Por: Héctor Pérez Name

Aún guardo aquella imagen en mi memoria del último campeonato del Barcelona Sporting Club. José ´'Pepín' Gavica levantado en hombros, sin camiseta, llorando y con el Divino Niño Jesús. La otra es cuando Rubén Darío Insúa en sus brazos junto a su pequeño hijo saludaba y agradecía a la hinchada por todo el apoyo brindado durante la temporada de 1997.


Eran tiempos dorados, tiempos de glorias y de alegrías en Guayaquil y en el país entero.

Posterior a ese año, Barcelona entró en una profunda crisis de malos resultados, malos directores técnicos, malos jugadores y malos directivos. En el 2000 estuvimos peleando el descenso a la serie B. Pero la garra que caracteriza a este equipo prevaleció una vez más y el ídolo del Ecuador se salvó de descender. ¡El ídolo era un fracaso!.

De ahí en adelante fueron muchas ilusiones pero pocas acciones. Hubo un tiempo en que jugador que venía a Barcelona fracasaba, lo mismo pasaba con los técnicos; algo pasaba en el equipo más grande del Ecuador. Todos apuntaban a la supuesta leyenda de la maldición de Makanaki, razón por la cual mucha gente tuvo miedo de ese cuento y dejó de ir al estadio, aquel equipo de sus amores ya no los convencía, los malos resultados y el quemeimportismo de algunos dirigentes deportivos hicieron desilucionar a la hinchada.

A esas alturas, eran tiempos de crisis, de desesperación y angustia. El equipo era goleado en Quito, empataba de local y eran resultados negativos. ¡Lloraba y me daba coraje con mi equipo!...

Cuando llegó el 'principe' Luis Zubeldía, un tipo joven, novato para algunos, pero convencido de que quería llegar lejos en su corta carrera como entrenador; mi iluisón y la de muchos hinchas volvió a crecer. El equipo empezó a ganar, a conseguir buenos resultados en la altura, a ya no estar de mitad de tabla para abajo. Barcelona empezaba a despertar...

¡El 2012 es sin duda el año del ídolo del Ecuador!. Terminó en primer lugar en la primera etapa, clasificando así a la final del torneo y ahora está a tan solo un punto de ser campeón.



En Ambato viví una nueva experiencia con el equipo de mis amores, pues era la primera vez que me trasladaba desde Guayaquil a otra ciudad para ver jugar a mi equipo. ¡Cosa de locos!... Sí, pero por Barcelona, todo.

Mis lágrimas resbalan. EL ÚNICO ÍDOLO DEL ECUADOR, como siempre recalco, ha despertado luego de 15 largos años de espera, de haber sido pisoteado y linchado. El ave fénix ya vuelva alto y este domingo brillará con su nuevo campeonato.

La tan anhelada y sacrificada estrella 14, ya es de nosotros. ¡Salud barcelonistas!....

¡BARCELONA CAMPEÓN!

  

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