Uquillas: 'Desde niño siempre me identifiqué con la amarilla'

Manuel Uquillas vive en una ciudadela de Samborondón.
Su rostro luce  dominante como cuando jugaba en Barcelona e infundía temor a los arqueros y defensas de los equipos rivales cada vez que ingresaba al área.

Manuel Antonio Uquillas Silva, de 49 años, es el máximo goleador de todos los tiempos del Barcelona Sporting Club con 85 tantos y el ‘terror’ del Emelec en los Clásicos del Astillero.


El Matador, como se lo conoce en el ámbito futbolístico debido a su condición goleadora, reside desde hace diez meses  en la comodidad de su vivienda en Laguna del Sol (km 7), luego de haber vivido en Entre Ríos y Guayacanes.

Ese apodo, dice, se lo puso Isidro Romero Carbo, “exclusivamente por mis goles, no porque he matado a alguien”, bromea.

De sus 85 goles en total con la camiseta amarilla, Uquillas recuerda uno que le marcó a Emelec en 1990. “Fue antes de clasificar a la semifinal de la Copa Libertadores, es el que más recuerdo y la hinchada también”, indica, puesto que ese año Barcelona quedó vicecampeón cuando perdió en la final contra el Olimpia de Paraguay.

Manuel jugó en la época de grandes futbolistas como Marcelo Trobbiani, Mario Saralegui, Rubén Insúa, Beto Acosta, entre otros.

Cuenta que su amor por el fútbol nació desde pequeño. “Aprendí a jugar solo, en la calle, era tan vicioso del fútbol y ahí aprendí todo, cuando llegué al fútbol profesional me perfeccioné en cabecear, con el entrenador Javier Varela, él se dio su tiempo para ayudarme a perfeccionar lo que no se aprende en la calle”, manifiesta.

Se inició como futbolista en la Liga Deportiva Estudiantil (LDE), equipo en aquel entonces de segunda categoría, donde permaneció dos años, y luego, en 1987, debutó como profesional en Barcelona, año en que Uquillas se consagró campeón en el club de sus amores.

“Desde niño siempre me identifiqué con la amarilla, a pesar de que mi padre era emelecista, pero a mí me nació el amor por la idolatría que he tenido a Barcelona desde que tengo uso de razón”, manifiesta.

El Matador fue campeón en cinco oportunidades  con el ídolo del Ecuador:  en 1987, 1989, 1991, 1995, 1997. Fue máximo goleador en 1994, con 25 anotaciones, vistiendo la camiseta de la Espoli y al año siguiente también fue goleador nacional con 24 tantos, esta vez con la camiseta amarilla.

Ahora que ya ve el fútbol fuera de las canchas, Uquillas indica que la vida de todo jugador es muy sacrificada y requiere de disciplina.

“Debemos llevar una vida metódica, de cuidado, esa es la parte más complicada porque tienes que dejar a tu familia y en el tiempo que yo jugué teníamos muchos viajes por torneos nacionales y Copa Libertadores al extranjero; y dejar a los niños cuando están muy pequeños es muy duro”, cuenta. Sin embargo, añade: “Si volviera a nacer quisiera volver a ser futbolista”.

Actividades laborales
Dice no asistir al estadio a ver los partidos, prefiere hacerlo desde la comodidad de su casa y en familia.

Tiene cuatro hijos: Josué (25), Cinthia (23), Manuel Jr. (22) y Gloria de 21. “Compartimos, no siempre, pero sí aprovechamos  los fines de semana para salir”, cuenta.

Aquel joven delgado de cabellera larga queda solo en los recuerdos de los hinchas barcelonistas, ahora Manuel Uquillas luce con unas cuantas libras de más, pero dice no haberse deslindado del fútbol.

“Todavía juego fútbol, cuando tengo la oportunidad de hacer deporte lo hago, no me gusta tanto salir a trotar, correr  o esas cosas, pero sí jugar y ver películas”, manifiesta.

Desde hace tres años Manuel Uquillas forma parte del proyecto Escuelas de Fútbol, que ejecuta la Dirección de Deportes de la Prefectura del Guayas,  dónde él es entrenador de la primera escuela de esa disciplina en el cantón Santa Lucía.

En este proyecto participan niños de 6 a 14 años en los  25 cantones de la provincia.

“Fue la primera escuela que se fundó en Santa Lucía y a partir de ahí se han inaugurado aproximadamente treinta. Tengo el orgullo de ser el primer entrenador de ese plantel”, expresa motivado.

Este proyecto lo integran cerca de 40 exfutbolistas y cada uno está como figura representativa en cada cantón.

“Trabajar con niños es algo muy lindo pero complicado, a mí me gusta mucho verlos cómo van mejorando día a día, esa es una expe

riencia muy bonita”, indica.

El Matador anhela  dirigir al equipo de sus amores y volverlo a llevar a instancias exitosas  como las que él vivió.

“Me encantaría estar inmerso en Barcelona”, finaliza.

Nota: También publicada en Viva Samborondón

Comentarios

Entradas populares de este blog

Bim Bam Bum: ¿Una ciudadela fantasma?

Desnudando la noticia: ¿Periodismo o erotismo?

¿Son válidos por la Senescyt los títulos de maestrías on-line de universidades extranjeras?