El no poder decir 'NO'
¿A quién no le ha pasado que muchas veces no podemos decir 'no' a alguna pregunta?
Por ejemplo, el otro día estaba junto con una compañera que está a dieta, y sin querer queriendo le ofrecí un pedazo de chocolate en barra y le dije que se sirviera, ella sabiendo que estaba en un programa de adelgazamiento, accedió a tamaña tentación y me dijo: "Uy, ¡qué rico!, gracias"; y tomó un pedacito de chocolate, acto seguido ella mismo se recriminó dicendo: "Chuta por gusto comí, después me engordo"... ¡ya conocemos a las mujeres como son!.
Igual situación vivió un amigo cuando le dije que me ayudara averiguándome datos estadísticos sobre la población guayaquileña que usa frecuentemente Blackberrys. El es el encargado de diseñar y retocar las fotografías de una revista local, lo vi que estaba ocupado, pero sin embargo me arriesgué a preguntarle porque el había trabajado en Porta, y me dijo que sí. Horas más tarde me dice que lo disculpe pero que estaba "muy ocupado" diseñando la portada para la siguiente edición.
Mi pregunta es... ¿Es tan difícil decir NO? Pues en ocasiones, decimos 'si', incoscientemente; pero cuando caemos en la realidad nos damos cuenta que hemos afirmado una circunstancia que nosotros queríamos que sea negativa. Pero si somos sinceros con nosotros mismos y conscientes de lo que decimos, podemos fácilmente dar un 'no' como respuesta, aunque a veces nos impide negarnos aquellos compromisos, vínculos afectivos, tentaciones e intereses personales.
El no poder decir 'no', nos compromete a algo que no estamos de acuerdo en hacerlo, es como si estuviéramos en un desierto con un sol intenso y sin agua a nuestro alcance y decir que no tenemos sed.
Asentir a algo es muy fácil, lo difícil es decir 'no' cuando sabemos que no queremos hacer algo.
Por ejemplo, el otro día estaba junto con una compañera que está a dieta, y sin querer queriendo le ofrecí un pedazo de chocolate en barra y le dije que se sirviera, ella sabiendo que estaba en un programa de adelgazamiento, accedió a tamaña tentación y me dijo: "Uy, ¡qué rico!, gracias"; y tomó un pedacito de chocolate, acto seguido ella mismo se recriminó dicendo: "Chuta por gusto comí, después me engordo"... ¡ya conocemos a las mujeres como son!.
Igual situación vivió un amigo cuando le dije que me ayudara averiguándome datos estadísticos sobre la población guayaquileña que usa frecuentemente Blackberrys. El es el encargado de diseñar y retocar las fotografías de una revista local, lo vi que estaba ocupado, pero sin embargo me arriesgué a preguntarle porque el había trabajado en Porta, y me dijo que sí. Horas más tarde me dice que lo disculpe pero que estaba "muy ocupado" diseñando la portada para la siguiente edición.
Mi pregunta es... ¿Es tan difícil decir NO? Pues en ocasiones, decimos 'si', incoscientemente; pero cuando caemos en la realidad nos damos cuenta que hemos afirmado una circunstancia que nosotros queríamos que sea negativa. Pero si somos sinceros con nosotros mismos y conscientes de lo que decimos, podemos fácilmente dar un 'no' como respuesta, aunque a veces nos impide negarnos aquellos compromisos, vínculos afectivos, tentaciones e intereses personales.
El no poder decir 'no', nos compromete a algo que no estamos de acuerdo en hacerlo, es como si estuviéramos en un desierto con un sol intenso y sin agua a nuestro alcance y decir que no tenemos sed.
Asentir a algo es muy fácil, lo difícil es decir 'no' cuando sabemos que no queremos hacer algo.
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