¡Barcelona es un fracaso!

El egocentrismo y prepotencia que reina en Barcelona es evidente desde hace 14 años, tiempo en que obtuvo su último campeonato nacional y el vicecampeonato de la copa Libertadores de América. De ahí en adelante, todo ha sido fracasos, tanto en lo deportivo, institucional y dirigencial.

Han pasado varios presidentes por el club, pero no han logrado estructurar un directorio serio, estable y competente que pueda arrear al equipo más popular del Ecuador. Han pasado peor que pasarela de modas, directores técnicos uno más complicado que otro, con sistemas tácticos que poco o nada han servido en el cuadro canario. Han pasado varios jugadores extranjeros de renombre, muy costosos en el mercado futbolístico local, pero ninguno ha podido consolidarse como mínimo dos años consecutivos en el plantel amarillo. Han pasado también jugadores nacionales que en equipos "chicos" han triunfado, han sido goleadores, pero cuando se ponen la camiseta de Barcelona es como si se pusieran una camisa de once varas. La pregunta es ¿por qué tanto pero a la vez poco?...

La respuesta es así de simple. En Barcelona existe tanto egocentrismo que está causando demasiado daño a la institución. Cada dirigente deportivo quiere figurar en los medios, cada uno de ellos quiere tener la primicia de salir en los titulares de los segmentos deportivos de los medios de comunicación, cada uno de ellos quiere apostar en cada campaña ser el salvador de Barcelona y generalmente en sus discursos siempre predomina el "yo" y no el "nosotros". Así son de egoístas muchos integrantes del equipo amarillo, incluyendo también a directores técnicos y jugadores.

Alfonso Harb, actual presidente de Barcelona

Como si esto fuera poco, a los múltiples presidentes que se han hecho cargo de la entidad, le ha faltado poner mano dura en cada uno de los contratos de los jugadores y cuerpo técnico. En Barcelona los jugadores hacen lo que les da la gana, son quemeimportistas, cobran el sueldo y no se ponen el equipo al hombro para sacarlo adelante y regalarle vivas y alegrías a su fiel hinchada. Los distintos directores técnicos que han pasado también no han sabido tener continuidad por sus incomprensibles planteamientos tácticos, cuyos resultados han sido "saca técnicos", según la jerga deportiva. Pues resulta que si el jugador es malo y el presidente del club lo despide, este tiene el orgullo de denunciar a la institución cuando no ha hecho nada por la misma. Debería existir un carta de compromiso donde el jugador o técnico rinda al menos un 80% en el equipo, caso contrario será separado del club absteniéndose a los distintos procedimientos legales.

Debido a tantas irregularidades, malos resultados, partidos perdidos y goleados, el vaso de agua colapsó y se derramó. Por tal razón "la barra más arrecha del Ecuador", la Sur Oscura junto con un grupo de hinchas barcelonistas, ingresaron a uno de las concentraciones a poner las cartas sobre la mesa y empezar a jugar. Según versiones de jugadores y dirigentes, los hinchas habrían repelado a los jugadores y cuerpo técnico por los continuos resultados negativos que simplemente provocaban avivar los ánimos de la prensa deportiva. Por ese motivo, ellos (miembros de la barra) entraron en representación de los millones de seguidores que tiene Barcelona y que están cansados de vivir, escuchar y leer malos resultados y cosas negativas del club de sus amores.

Como siempre la prensa deportiva, cuestionó esa actitud de los hinchas que ingresaron a la práctica del equipo con la condición de que no ingrese ningún medio de comunicación. Ahí está la razón, los hinchas no le dieron de comer gratis a la prensa, esta vez para que alimenten sus titulares, sus portadas y tengan audiencia a costillas de Barcelona.

La prensa deportiva también ha sido un punto débil para el equipo amarillo. Siempre han estado periodistas y pseudos periodistas acosando día, tarde y noche a los jugadores, a los directivos y cuerpo técnico realizando preguntas capciosas para simplemente crear escándalo. Pero ¿por qué solo persiguen a Barcelona? Simple, porque Barcelona es un club mediático, vende mucho y pase lo que pase, siempre dará de qué hablar.

Hace pocos días, Alfonso Harb, presidente del club amarillo se reunió con el técnico Rubén Insúa. Tuvieron una charla muy prolongada de unas 4 horas aproximadamente. Harb había declarado públicamente que el técnico iba a realizar cambios en su manera de plantear el equipo en la cancha. Horas más tarde, Insúa es entrevistado en radio Rumba y expresa que en Barcelona "no hay ni para el almuerzo", que el equipo no ha tenido éxito porque nunca "ha habido un proceso". Rubén Insúa, le cantó las verdades y realidades a Harb por lo que esas palabras lo condenaron a que sea despedido por la dirigencia torera.

Pregunto, ¿Insúa es culpable de los malos resultados? Me atrevo a decir que no, en lo absoluto. Insúa no juega, él plantea, él coloca a los 11 mejores jugadores que disputarán el partido en la cancha. Por lo tanto, si esos 11 mejores jugadores no responden, no anotan goles, cometen errores, entonces la responsabilidad recae sobre ellos. Pero es más fácil sacar a uno (al técnico) que a 5, 8, todos.

Varios jugadores se jactan de decir que son "profesionales", entonces que jueguen profesionalmente. Que no miren solamente sus bolsillos por las exageradas sumas de dinero que reciben mensualmente como sueldos y no hacen absolutamente nada en 90 minutos de juego. No se justifica, es injusto.

Hoy Barcelona, suma a un director técnico a su extensa lista de los que han pasado por el club. Álex Aguinaga, ex seleccionado ecuatoriano, un icono y referente del fútbol ecuatoriano asume la dirección técnica del equipo más popular el Ecuador. Por lo que muchos periodistas y medios de comunicación están a la expectativa de su llegada (martes 29 de marzo) y de qué manera podrá sacar adelante al plantel canario. De los resultados dependerá su continuidad, así coloque la polémica línea de 4-4-2 que tanto le dijeron a Insúa que la aplique y que por su "personalidad", no la iba a plantear y lo despidieron.

Rubén Insúa debió continuar en el equipo, seguir un proceso de acoplamiento, pues ya lo conoce. Quedó campeón con San Lorenzo de Almagro en Copa Sudamericana y con el Deportivo Quito. Con Barcelona salió por última vez campeón. Este mismo equipo ahora lo despide sin pena ni gloria, por cuestiones de egocentrismos.