¿Información o escándalo?
Miedo, dolor, preocupación, pérdidas humanas y materiales es lo que vive hoy por hoy Japón luego del terremoto de 8.9 grados en la escala de Ritcher el pasado viernes 11 de marzo. El sismo produjo que varias edificaciones se destruyeran, las carreteras se partan en pedazos y miles de pérdidas humanas y materiales. Ademas, el fuerte temblor provocó grandes olas con alturas de hasta 10 metros donde el principal aeropuerto de Sendai, en Japón fue tragado por la ola y ocurrió, lo más relevante: que la economía mundial se paralice.
Mientras en el país nipón la gente vive una real pero terrible pesadilla por la furia de la naturaleza, acá en Ecuador la gente vive asustada por la manipulación de la información y el sensacionalismo. Mientras en Japón, los medios de comunicación evitan producir pánico en la gente colocando titulares alarmantes, fotografías o videos aterradores; en nuestro país hacen todo lo contrario, alarman, asustan, convulsionan, hacen de todo, menos orientar. Y es que muchos críticos de televisión manifiestan que los medios japoneses "desinforman y no cuentan la realidad", pero a ¿qué realidad se refieren?
A la realidad quizás de que si no se escandaliza, no se vende. De que si publicamos fotografías poco impactantes o cursis nadie nos va a consumir. Falso! Las noticias que destacan los medios japoneses son reales: rescatistas salvando vidas, personas ayudándose mutuamente, madres con niños en brazos, etc... pero muy poco se muestran a personas muertas, tragedias, dolor, no con el ánimo de ocultar la realidad (los japoneses no son tontos ellos saben la magnitud del terremoto y sus consecuencias) sino más bien de no provocar pánico o debilidad ante la realidad.
En Ecuador si bien es cierto que llegó un fuerte oleaje que provocó a duras penas unos cuantos botes pesqueros destruidos en algunos puntos de la zona costera, y a Dios gracias, ninguna persona fallecida, los titulares fueron abrumadores. ¿Exagero? Pues leamos algunos titulares de la prensa nacional:
Diario Expreso - Sábado 12 de marzo del 2011:
* "Ola de muerte y miedo" (Portada)
* "Desesperación por abandonar Playas" (sección Nacional)
* "Expertos descartan una ola en la urbe, no la indundación (sección Guayaquil)
Diario El Universo - Sábado 12 de marzo del 2011:
* "Vientos fuertes alarmaron zona sur de Manabí" (sección País)
* "Alerta de tsunami se convirtió en marejada en medio de temor (sección País)
Diaro Extra - Sábado 12 de marzo del 2011:
* "Se cabreó la tierra" (Portada)
* "Pánico en la Península" (Portada)
* "Guayaquil, bajo la sombra del tsunami" (Especial)
* "El pánico mató a una persona en Esmeraldas" (Especial)
* "¡Esperando la gran ola!" (Especial)
El Diario de Manabí - Sábado 12 de marzo del 2011:
* "El susto hizo evacuar" (Fotorreportaje)
Diario Correo de Machala - Sábado 12 de marzo del 2011:
* "¡El Oro en alerta!" (Portada de informe especial)
Diario Opinión de Machala - Sábado 12 de marzo del 2011:
* "El tsunami alarmó a orenses" (sección Primera plana)
* "Se fueron de Machala por miedo al tsunami" (sección Primera plana)
* "En la capitanía del puerto cundió el nerviosismo" (sección Primera plana)
Diario La Hora de Esmeraldas - Sábado 12 de marzo del 2011:
* "Éxodo relativo por anuncio de tsunami" (sección Ciudad)
En un país como el nuestro donde la ingenuidad de las personas prevalece y esto, sumado a lo que "informan" los medios de comunicación, sin duda alguna se va a producir una convulsión social. Incluso los que siguieron por televisión la información desde los diferentes puntos de la zona costera, sobre todo en la Península de Santa Elena, los reporteros de los canales privados locutaban con una tonalidad de suspenso y alarma. ¿Se fijaron en las preguntas que hacían los reporteros a la gente que estaba evacuando? Era una incitación a la respuesta que ellos querían escuchar.
"¿Se encuentra desesperado por la falta de transportación para la evacuación?", fue una de las preguntas que formuló Merlyn Ochoa de Ecuavisa. Obvio, quién no va a estar desesperado por salir y estar a salvo ante semejante información que en cada momento repetían: "La ola gigante llegará a las 18.30 a las costas ecuatorianas (...) ya se registran olas de gran magnitud en Hawai". Mientras que Denisse Molina hacía un sobrevuelo de la playa de San Lorenzo y Chipipe en Salinas, su voz de misterio anunciaba que: "(...) esto se ha convertido en un pueblo fantasma, son pocas las personas que faltan por evacuar, podemos ver vehículos que aún circulan por el malecón de Salinas..." ¿A qué conllevaban todas esas preguntas y fuertes titulares? A orientar no, a informar si, pero sobretodo a mantener la sintonía de su audiencia. Era una guerra de raitings entre los canales locales.
Los medios de comunicación ecuatorianos están acostumbrados a vender una noticia escandalosa. Mientras más suspenso, miedo o terror cause en la audiencia, "será mejor" porque eso vende. Una vez que el pánico terminó cuando pasaron las 19:30 del día sábado 12 de marzo, empezaron a ponerle el ojo a lo que ocurría en Japón y volvieron los titulares escandalosos. Y dónde quedó el rol de los medios de comunicación de servir a la sociedad, de ser mediadores...
Fue aquel viernes 11 de marzo cuando el Ecuador entero necesitaba luces de orientación para poder estar preparados frente a una alarma mundial y su repercusión. Eran los medios quienes debían comunicar a la ciudadanía qué hacer ante un posible tsunami, qué medidas tomar, qué hacer antes, durante y después... cosas básicas aunque sea, pero no... ellos solamente estaban a la expectativa de que llegue la temida ola gigante esperando que devore a toda la costa ecuatoriana.
Bien por Japón que ante emergencias y catástrofes como la del viernes, ha sabido mantener un orden y organización en cuanto a nivel mediático digna de admiración para pocos y muy criticadas por muchos.
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