¡Nos violan los oídos!
Abusan de nosotros, no nos hacen caso y lo peor de todo es que ¡nos violan los oídos! Así vivimos miles de guayaquileños que viajamos en los famosos buses "Selectivo" que circulan por la ciudad haciendo ruido a mansalva.
Son los famosos choferes con licencia de "profesional" (no se por qué les dan), que en el volante se comportan como bestias que solamente tienen en mente llegar puntual al punto de marcación sin preocuparse de sus pasajeros que corren peligro ya sea por exceso de velocidad o porque se juntan un bus a otros a tal punto de incluso, llegar a chocarse con los espejos retrovisores. Y ante tal circunstancia, presionan su bocina chillona en la mayoría de los casos perturbando la tranquilidad de los usuarios y de los alrededores. Creen que pitando van a avanzar más rápido o van abrir camino para transitar. Lo único que provocan es tensión, fastidio, coraje e ira de sus pasajeros y de los ciudadanos que suelen estar en las calles o paradas de buses.
Y por si esto fuera poco, para colmo de los colmos, aquellos choferes no contentos con eso, si una persona llegara a reclamar por el uso exagerado de la bocina, responderá con alguna majadería, insulto o patanada. No son cultos, son vulgares, mal llevados.
Sin exagerar, el día jueves cogí un bus de la linea 98 en las calles Carchi y Quisquis. Me dirigía al terminal, eran como las 19h10, plena hora pico. Pagué mis 25 centavos y me senté y de pronto empieza la desesperación del propio chofer y comienza a pitar. A querer abrir paso a punta de pitadas, como el tráfico estaba pesado y los vehículos lógicamente rodaban pocos metros, el señor empieza a pitar desesperadamente su bocina, similar a la del sonido de una flauta, pero en su nota más aguda. Era un ruido fastidioso, molestoso y cansón. Era como si de manera inconsciente pitara, estaba el semáforo en rojo y el seguía pitando, ¡estaba loco!. Me dio tanto coraje al ver que era un inepto que no se daba cuenta que había tráfico y el muy hijueputa intentaba que los vehículos le abrieran paso para que el pase tranquilamente.
Como iba en los primeros asientos, le grité:
- ¡Ya pues déjate de pitar, no ves que hay tráfico! Me responde:
- Aguanta flaco, no ves que no avanzan.
- Claro pues, ignorante no te das cuenta que no avanzan por que hay tráfico, pendejo!
Estaba con coraje y habrán sido siquiera unas 600 veces que pitó desde el trayecto de donde cogí el bus hasta llegar al terminal. Una señora que iba junto a mi, se tapaba los oídos con sus dedos, ya no soportaba más el ruido, no solo del bus en el que íbamos sino el de los demás carros.
Al bajarme finalmente mis oídos pudieron relajarse un poco más, sin embargo los demás buses que ingresaban a los dos andenes del terminal terrestre continuaban con su "labor" de pitar más fuerte y prolongadamente, irrespetando señales de tránsito que indica no usar la bocina y seguir así, violando nuestros oídos.
hay gente que no entiende la frase:"tener paciencia" y lo peor q algunos o la mayoria se molesta si uno les dice algo. puffff..!!! coraje :/
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