Alegría y nostalgia de fin de año
¿Les resulta algo extraño que siempre en las fiestas de fin de año, nuestro estado de ánimo cambie rotundamente de alegre a nostálgico?. Parecería que fuera algo mágico. Antes de quemar el viejo estamos alegres, haciendo relajo, bromeando, pues obviamente vamos a quemar "lo malo" de ese año transcurrido. Hasta ahí todo bien, pero resulta que ya cuando vemos arder en llamas al monigote nuestro estado de ánimo se reduce a lo más mínimo. Hay personas que se bajonean e incluso lloran, o tienen su mirada perdida y fija en las llamas de año viejo. A lo mejor será porque quizás no pudimos lograr algún objetivo durante ese año que pasó. Por no haber aprovechado esas oportunidades que día a día se nos presentaron y siempre decíamos "después", "mañana", "todavía no", etcétera. Y cuando nos damos cuenta ya estamos en los últimos minutos del 31 de diciembre, nuestros ojos empieza a brillar con una mezcla de alegría pero a la vez tristeza o impotencia. Y com